Y otra vez en Bogotá. Y ya van tres. Y la próxima la pago yo

Pues eso, pan con queso... y jamón y tomatito "restregao" y aceitito de oliva (son las cosas que aún no echo de menos gracias a las provisiones traídas desde la madre patria, jajaja).

¡¡¡Buenos ronquidos tengan!!! He aquí la primera entrada en el quinto día de la tercera estancia en Bogotá. ¡Y pensar que no me gustaban las matemáticas! 

Para empezar os preguntaré: ¿os habéis encontrado con algún/a amargado/a de la vida que paga con los demás su amargura? Yo sí, yo sí, yo sí (levantando el brazo). Resulta que el jueves fue el día de "El retorno". Tras un vuelo Valencia- Barcelona tranquilo, una vez en El Prat, resulta que surgió el momento "Usted no puede volar si no tiene billete de salida de Colombia". Anda, ¡pero si eso nunca me lo han pedido! En realidad lo pueden hacer por ley, pero ni a mí, ni a nadie que conozco se lo han pedido nunca al llegar a Colombia. Que levante la mano ahora al que sí se lo hayan pedido. ¿Y qué le tocó hacer a Paco después de contemplar distintas variantes? Comprar un vuelo de Bogotá a Lima (en Perú no exigen billete de salida). Un billete que pudo comprar gracias a que todavía tenía crédito en su tarjetita de crédito. Un vuelo que hoy mismo ha ido a cancelar y cuyo importe casi íntegro le devolverán en el corto plazo de dos o tres meses. Para acabar, la frase de aquel día, dicha por la española que me tocó en la facturación después de acontecidos los hechos narrados: "yo no puedo hablar, pero hay días en los que se pasa más y días en los que pasa menos". Ahí queda eso... y olé. 

Soltada esta parrafada, lo más interesante del vuelo fue el récord de escucha de tiradas de cadena que batí. Suele pasar cuando te sientas en la fila que está pegada a los servicios del avión, jojojo.

Una vez aquí, el primer fin de semana ha estado dedicado por completo al rodaje del primer videoclip de una cantante del lugar, Laura Kalop. Ya le he dicho que cuando sea famosa y concozca a Shakira se acuerde de un servidor, juasss. A las órdenes de Curto's Productions me encargué del making of a lo largo de dos días con solecito y calor (no lo epseréis por allá porque lo tenemos todo aquí, jaja). Ya luzco moreno granito de café y todo. Eso y picaduras de mosquito talla XXL. Dato curioso: los españoles fuimos los más picados. Es lo que tiene la sangre noble... y dulce.   

Y hasta aquí puedo leer, digo escribir. Mientras el síndrome del sueño loco va estabilizándose, ¡a las buenas noches!

PD para tocar un poco más, las narices, las pelotas...: ¡¡¡ y todavía no ha llovidooo!!!