¡¡¡Holaaa!!! ¡¡¡Todavía estoy húmedooo!!! Antes de hablar de las cataratas de Iguazú, comentar que del terremoto de Chile no me tocó nada. Ahora, estando uno tan cerca, no puede evitar ponerse un poco nervioso cuando se entera de la noticia. A mí me pilló de viaje y me enteré ayer por la mañana, tiempo local, cuando llegué aquí. ¡¡¡Uuufff!!!
Lo que hoy han contemplado mis dos ojitos (tres en ocasiones, jajaja)... no hay palabra en todos los diccionarios del mundo que lo defina (bueno, en alguno de dialectos de esos raros puede ser, jiji). ¡¡¡¡¡¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh y ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!! Esto sería lo más aproximado.
Si bien es cierto que está todo montado como si de parque de atracciones se tratase, cuando estás enfrente de las cataratas de Iguazú, especialmente de la Garganta del Diablo (no confundir con Garganta Profunda, eso es otra cosa, juajuaaa), la sensación que recorre todo el cuerpo es de boca abierta con baba cayendo sin parar y, en ocasiones, un poquito de popó incluso, lo reconozco. Se me ha olvidado preguntar quién construyó esto, jajaja. Lo más ...................... (poned lo que se os ocurra) que he visto hasta ahora.
Mañana rumbo a Salta, todavía en Argentina. Voy en busca de mi récord personal de permanencia en un autobús. ¡¡¡A por las 23 horaaas!!! ¡¡¡Yujúúú!!!
Besos y besas.
PD: me parece que vais a tener que esperar para ver fotos... estoy en un espectrum de cassette, jajaja.
PD1: Ya están esas fotos. ¿A que os salpican y todo?, juajuaaa. ¡¡¡Saludos salteños!!!