¡¡¡A las buenas!!! O a las malas, jeje. Sí, porque parece que la semanita ha sido un poco movida, aunque, de momento, como dice la canción: "la vida sigue iguaaal". Así, la principal cuestión ahora es: ¿cambiará algo? Ojalá. De todos modos, bajo mi modesta opinión, el movimiento revolucionario de los últimos días no se está centrando en lo realmente importante: establecer unos mínimos de común acuerdo entre todos sus participantes, cada uno de su padre y de su madre, para conseguir el primer objetivo, que para mí no es otro que alcanzar una democracia de verdad. Lo demás, ya vendrá. Por eso, creo que debates que se están produciendo, según he podido leer en los medios de comunicación, alrededor de otros temas como, por ejemplo, corridas de toros sí o no, posibilidad de cierre de centrales nucleares... están bien, pero no son la cuestión prioritaria. Leo demasiadas propuestas y demasiados temas de debate últimamente, cuando habría que comenzar por lo fundamental y no perderse en otras cuestiones.
A todo esto, en Bogotá, el pasado fin de semana también hubo meneo. Puestos a pedir, yo solicito un kit de supervivencia del emigrante compuesto de un queso, un jamón y una botella de vino, jajaja. Ironía. Gracias a David Curto y Rocío Mateo por los documentos gráficos.
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