¡¡¡Saludos bogotanos!!! (y el gentilicio no tiene nada que ver con el culo, jajaja)
¡¡¡Sííí, nueva prueba superadaaa!!! Paso a la siguiente fase. Avisadme cuando empiece el plazo de inscripción para la nueva edición de Supervivientes. Creo que, después de ver sapos tan grandes como pollos, arañas con más pelos que mi sobaco, coger caimanes con las manos como si fuesen lagartijas, bañarme en un río con más porquería que la Albufera (para los de Valencia) o la Basseta del Bovalar (para los de Benicarló), reunir más picaduras de insectos por todo el cuerpo que parados tiene España hoy en día, pescar pirañas para comerlas como si fuesen sardinitas del Mediterráneo..., ni Pipi Estrada me podría hacer sombra en el citado concurso, juajuaaa.
Pues con ésas, después de tres días en la jungla, como no había tenido bastante, el miércoles tome una lancha que me llevó, tras nueve horas por el río Amazonas, hasta la frontera peruano-colombiano-brasileña. Y... ¿dónde decidí dormir?, pues en Brasil, concretamente en un pueblo llamado Tabatinga, caipirinhas de por medio, jejeje. Eso sí, he estado un día de ilegal, porque he esperado a sellar el pasaporte en el aeropuerto de Leticia, ya en Colombia, hasta esta mañana, cuando he tomado el vuelo a Bogotá. ¿Alguna duda?
Y ahora, con guía benicarlando, David "Elpelao" Curto, capo del cártel de Medellín, a ver qué pasa por aquí, jajaja.
¡¡¡Bona nit, bon matí per a vosaltres!!!