¡¡¡Buenas noches desde Cuzco!!!
¿¿¿Pues no llevo ni cinco días en Perú y ya me están pidiendo orooo??? ¡¡¡Que yo no tengo el oro que los españoles nos llevamos de aquííí!!! Si alguien sabe quién lo tiene que me lo diga y lo haré saber, jajaja.
Bueno va, al lío. Mi primera parada en Perú fue, el lunes, Puno. Desde aquí, no se me ocurrió otra cosa que visitar algunas islitas en la parte peruana del lago Titicaca. La primera visita fue a una de las islas artificiales de los Uros. Islas que hacen con totora (juncos, vamos) y que, lamentablemente, en la actualidad, ya no son lo que debieron ser y están diseñadas para el turismo. Se me está ocurriendo hacer algo similar en la Albufera, ¿alguien se apunta?, jejeje. De allí a Amantaní, a vivir con una familia de lugareños durante un día, comiendo sopa y demás broza, eso sí, sin conservantes ni colorantes, juasss. Una fiestecita ataviado con los trapos típicos y petición de: "Oh, por favor Paco quédate", con lágrimas incluidas, dieron paso a la visita de Taquile. Otra isla más en la lista. En ésta es mejor casarse pronto porque los solteros pintamos menos que... (parte interactiva del blog. Rellene los puntos suspensivos).
Luego, el jueves, nuevo viajecito "chafaculos" de ocho horas hasta Cuzco, con casi un atropello masivo de vacas de por medio. ¡¡¡Aquí huele a Machu Picchuuu!!! yujujuiii...
¡¡¡Y ahora empieza la megasemanaaa!!! Mañana y el domingo visita al Valle Sagrado, de lunes a jueves trekking hasta Choquequirao y el viernes intento de incursión en Machu Picchu, para celebrar el cumpleaños allí el sábado. Podéis enviar los regalos allí (quinta terraza, piedra 13, juaaa).
Ya os cuento un cuento. Besos para vosotros y abrazos para vosotras... ¿o debería ser al revés?
¿¿¿Pues no llevo ni cinco días en Perú y ya me están pidiendo orooo??? ¡¡¡Que yo no tengo el oro que los españoles nos llevamos de aquííí!!! Si alguien sabe quién lo tiene que me lo diga y lo haré saber, jajaja.
Bueno va, al lío. Mi primera parada en Perú fue, el lunes, Puno. Desde aquí, no se me ocurrió otra cosa que visitar algunas islitas en la parte peruana del lago Titicaca. La primera visita fue a una de las islas artificiales de los Uros. Islas que hacen con totora (juncos, vamos) y que, lamentablemente, en la actualidad, ya no son lo que debieron ser y están diseñadas para el turismo. Se me está ocurriendo hacer algo similar en la Albufera, ¿alguien se apunta?, jejeje. De allí a Amantaní, a vivir con una familia de lugareños durante un día, comiendo sopa y demás broza, eso sí, sin conservantes ni colorantes, juasss. Una fiestecita ataviado con los trapos típicos y petición de: "Oh, por favor Paco quédate", con lágrimas incluidas, dieron paso a la visita de Taquile. Otra isla más en la lista. En ésta es mejor casarse pronto porque los solteros pintamos menos que... (parte interactiva del blog. Rellene los puntos suspensivos).
Luego, el jueves, nuevo viajecito "chafaculos" de ocho horas hasta Cuzco, con casi un atropello masivo de vacas de por medio. ¡¡¡Aquí huele a Machu Picchuuu!!! yujujuiii...
¡¡¡Y ahora empieza la megasemanaaa!!! Mañana y el domingo visita al Valle Sagrado, de lunes a jueves trekking hasta Choquequirao y el viernes intento de incursión en Machu Picchu, para celebrar el cumpleaños allí el sábado. Podéis enviar los regalos allí (quinta terraza, piedra 13, juaaa).
Ya os cuento un cuento. Besos para vosotros y abrazos para vosotras... ¿o debería ser al revés?